martes, 20 de junio de 2017

Mala costumbre de fusionar literatura con la tendencia

Artículo de opinión

La problemática persistente en la cultura es que se tiene la concepción de que se puede escribir un libro sobre cualquier tema y ya considerarse un referente cultural.

Cuatrocientos veinte ejemplares vendidos en menos de quince días de su lanzamiento, fue el libro más vendido y “consagrado” como el mejor de la Feria del Libro de Santa Cruz de la Sierra; se trata del afamado ejemplar de “Emoticones vemos, corazones no sabemos” de Yovinca Arredondo.

La historia va sobre dos personas que se conocen a través de internet, ella es estudiante de arte y él, un empresario extranjero que juntos inician una “apasionante” relación por las redes. Desde la breve explicación del texto, se ve un mal devenir.

No todo es malo, es peor. La novela está escrita en forma de chat, con el uso –nada previsible- de emoticones. ¿Cómo pretendemos un cambio cultural cuando se rescribe las acciones, los momentos, las mismas parejas y situaciones cliché?

Me pregunto, ¿cómo se le puede llamar “novela” a una historia que se desarrolla en un formato de chat, con las conversaciones banales que sería el máximo acercamiento a una conversación real entre dos personas extrañas? Que humillación se le hace a un Mario Benedetti, Gabriel García Márquez y Julio Cortázar.

Creo en la necesidad de expresión y libertad que tienen las personas, en este caso, los autores, lo preocupante no es que escriban los libros, lo que sí alarma es el recibimiento de tales libros; que se tenga la percepción de ser una gran obra literaria en una Feria del Libro donde hay millones de obras excelentes que van más allá de un chat. Eso es difícil de procesar.





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