lunes, 26 de junio de 2017

Fingir que no nos importa.. pero sI.



Y un día, aparece alguien.
Alguien que te cambia la cara cuando te pregunta cómo estás, y no sabe que todo está bien gracias a él. 
Alguien que llega por casualidad, y te llena el corazón de ilusiones que creías haber perdido para siempre pero de pronto y sin esperarlo te llevas la sorpresa de que ese alguien decide irse.

Entonces lloramos día y noche a escondidas, sufrimos encerrados en nuestras habitaciones y cuando nos toca salir salimos y mostramos la mejor sonrisa que tenemos. Aunque la mayoría de las veces estemos destruidos por dentro.

No entendemos el por qué nos duele y simulamos que no nos importa, aguantamos ese nudo en la garganta para evitar que el resto sepa lo que nos está sucediendo, decimos que todo va bien cuando la realidad es otra, porque en verdad estamos muriendo por dentro.


Me atrevo a decir que en este caso el problema no es la falta de amor, el problema está en la negación porque así como esto estamos acostumbrados a negar un millón de cosas por orgullo. 

Llegamos a  negar que nos importan cosas que si son importantes para nosotros, descuidar lo realmente valioso por lo urgente, y no entregarnos por miedo a perder. 
Les diría que lo que en verdad daña no es equivocarse y tener que pedir perdón, sino la indiferencia: fingir que no nos importa, aislarnos de las personas que nos aman, o dañar por miedo a que nos dañen. 
 
Y es que no es tan importante lo que sentimos, sino lo que hacemos sentir.
No sirve de nada amar si el ser amado no se entera, o si no se siente importante, porque el problema no es la falta de amor, es no saber amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario