miércoles, 28 de junio de 2017

Ambición, un mal necesario

Este artículo pretende hacer un análisis de los aspectos positivos y negativos que tiene la ambición. La ambición es un sentimiento que nos acompaña desde muy corta edad. Nos obliga a movernos día a día, motivándonos a seguir adelante y cumplir con todo aquello que nos propongamos.

Ambición, un mal necesario, hace referencia a la necesidad que tenemos a nivel mundial de las personas ambiciosas, a las ventajas que está trae consigo y, por otro lado, también nos informa sobre los trastornos que padecen las personas que se caracterizan con este sentimiento de doble filo.

La Ambición es el deseo insaciable de superarse y poseer riquezas, fama u honores para poder resaltar en la sociedad, pero, ¿hasta qué punto es la ambición un sentimiento positivo en la vida de una persona?, ¿qué tipo de comportamiento puede manifestarse en una persona ambiciosa?, ¿es sano para una persona estar todo el tiempo deseando más?, ¿qué relación existe entre la ambición y la desconformidad?

El perfil de una persona ambiciosa, generalmente, se caracteriza por ser competitiva, creativa, proactiva, egoísta, destructiva, desconforme y pasional.

A través del tiempo el ser humano se ha visto obligado a desarrollar cada vez más sus capacidades, habilidades y aptitudes. Desde la prehistoria podemos ver como el hombre tenía la necesidad de entrenarse fisicamente para así vencer a sus rivales, obtener alimentos y finalmente, sobrevivir.

Hoy en día la supervivencia no depende de nuestras habilidades físicas, sino de nuestras habilidades cognitivas.

Cada ser humano posee habilidades, aptitudes y capacidades distintas que conforman nuestro carácter, ádemas de la formación escolar y la educación que hayamos recibido en nuestros hogares que complementan a las anteriores para hacernos seres únicos.

Además de ser completamente distintos y tener utilidades distintas, nuestro objetivo será siempre el mismo, triunfar.

Es aquí donde nace el espíritu competitivo en las personas. Ser competitivos es querer ser el mejor en un trabajo o meta establecida, en este caso y laboralmente hablando, el número de personas que logran triunfar y resaltar en la sociedad es muy bajo a nivel mundial, ya que además de tener las aptitudes necesarias se requiere de recursos monetarios, para así obtener las herramientas necesarias para una buena formación que enriquezca nuestro conocimiento y así lograr ser visibles y destacarnos en el campo empresarial.

Una persona ambiciosa es necesariamente competitiva, ya que estos dos sentimientos se complementan entre sí.

La ambición puede entenderse como motor de vida propia. La desconformidad de lo que tenemos y de lo que somos nos lleva a luchar con todas las armas que tengamos por alcanzar cada vez metas mayores y superar las expectativas de los demás sobre nosotros mismos.

Klaric J. (s.f)"El que no es ambicioso gana lo que le pagan y hace lo que le toca.". Esta frase persigue el sueño de toda persona ambiciosa, la cual tiene como objetivo liderar, comandar y dirigir una empresa, es decir, ser el dueño o fundador de la misma.

La ambición empuja a muchas personas al éxito, es la caracteríztica principal de un triunfador que ha logrado todo lo que tiene con su propio esfuerzo y dedicación.

En estos días, las grandes empresas y masas que mueven la economía mundial buscan a personas con esta caracteríztica en su perfil para que formen parte de su equipo y ayuden a que la organización crezca cada vez más.

Mundialmente, las personas ambiciosas son necesarias. La economía, tecnología, medicina y muchas áreas laborales más, tienen la necesidad de profesionales altamente capacitados para ejercer su carrera de la mejor forma posible y así contribuir a la sociedad o población a la que pertenezcan.

Por otro lado, las personas ambiciosas padecen de muchos trastornos físicos como mentales.

Uno de ellos, y quizás el más famoso, es el estrés. Millones de personas padecen de este trastorno mental debido al agotamiento, frustración y exigencia superior que se hacen que, conducen a un estado de cansancio mental y tensión general de los músculos.

Las personas que son ambiciosas pierden la noción de la esencia e importancia de la vida, no disfrutan al máximo cada segundo de vida que se les pasa. Se saltan pequeños detalles que, traen grandes alegrías a los demás y a ellos mismos.

Es por esto que se aconseja encontrar el equilibrio ideal entre la vida social y laboral, para que de este modo no se le quite importancia a ni una de ellas que juegan un rol super importante en la vida de cada individuo.

Para concluir, me gustaría recalcar que la ambición es un sentimiento de superación continua que, al lograr el equilibrio perfecto y sin convertirse en avaricia, es una manera sana de autosuperación que trae consigo recompensas enormes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario