miércoles, 22 de marzo de 2017

Daño emocional

Es normal llorar la pérdida de un embarazo, como también la pérdida de un hijo por un aborto. Puede crear un hueco en el corazón, un hueco tan profundo que a veces parece que nada puede llenar ese vacío.

Algunas informan de un trauma relativamente menor después del aborto, para muchas, la experiencia es devastadora, causándoles un trauma emocional, psicológico y espiritual severo y de larga duración.

La evidencia de trauma posaborto ha sido verificada por psicólogos, consejeros profesionales, investigadores académicos y por aquellos que realizan en el ministerio posaborto. Sabemos, por ejemplo, que estas son algunas de las manifestaciones más frecuentes de mujeres que sufren a causa de un aborto:
*Baja autoestima
*Dolor (leve o profundo)
*Depresión algunas veces hasta el punto de tener pensamientos suicidas.
*Alejamiento y/o enajenación del compañero/esposo, de la familia y de los amigos.
*Entumecimiento, inhabilidad de sentir alegría de actividades que antes eran placenteras.
*Aislamiento de los demás para evitar hablar del aborto.
*Culpa y vergüenza.
*Dificultad para concentrarseIra profunda e inexorable hacia sí misma, hacia el padre del bebé o hacia otros que participaron en la decisión de abortar.
*Problemas para dormir.
*Pesadillas relacionadas con el aborto, escenas retrospectivas o “escuchar” a un bebé que llora.
*Dependencia del alcohol y drogas usadas para “ahogar la pena”.
*Deseo de un bebé como “reemplazo”.
*Reacciones de tristeza o depresión en la fecha del aniversario del aborto o de la fecha de parto esperada.
*Problemas para establecer vínculos afectivos con sus otros hijos (siendo sobreprotectora, emocionalmente distante, inasequible o abusiva).
*Temor de que Dios la castigará, o la está castigando.

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