La 18 feria de libro ha sido tan esperada,
por el hecho que uno ansia comprarse los libros de su agrado a un precio
accesible, pero este año no fue como se esperaba. El libro “de princesa a
princesa” en el pabellón Alemania, en el sector donde venden libros
espirituales, habían rebajado sólo 5bs, para que la entrada esté a 20bs, no era
un precio justo. También en el pabellón Brasil el libro “para chicos con
problemas” había rebajado sólo 10bs.
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En ese caso uno se ahorra su tiempo de ir
hasta la feria, ahorra su pasaje, ahorra sus 20bs de entrada y lo adquiere el
libro en la respectiva librería. Sin embargo, pese a todo esto, cuestionando
algunas personas que suelen asistir a la feria todos los años, a los mismos
vendedores, a los escritores; ellos afirmaron que este año2017 hubo mayor
asistencia que el año pasado.
En la feria estaba presente, el pabellón
Alemania y el pabellón Brasil; en cada pabellón se encontraba aproximadamente
30 editoriales. Los niños también tenían su espacio, había teatro, donde los
disfraces consistían en dibujos animados para divertirlos, también se hallaba
el sector juvenil.

Inclinándonos a los jóvenes, siendo Bolivia uno de los países más bajos en su nivel de lectura, la asistencia de los jóvenes fue sorprendente, obviamente habían muchos adultos, pero ver a comprando libros científicos, o ya sea noveles, o libros que hablen acerca de Dios, fue agradable. Muchos de ellos venían en compañía de sus padres, y así en familia disfrutaban encontrar su libro preferido, un libro que llame su atención, en algunos casos los hombres viendo libros de rock, las chicas libros de novelas amorosas, las madres libros de recetas, o de psicología que enseñen a educar a sus hijos, o de cómo obtener un matrimonio feliz, los padres de familia viendo libros referente a su carrera, ya sea de ingeniería, arquitectura, medicina, diseño gráfico o de historia, los niños buscando libros infantiles ya sea de dinosaurios o hadas y princesas. Muchos de los jóvenes venían con sus grupos de amigos y esto es verdaderamente sorprendente, que jóvenes se interesen en la lectura, y no tomen los libros con liviandad.

Había un banner donde se encontraban
plasmados todos los escritores invitados, lo genial de todo esto es que por la
compra de un libro, si el escritor se encontraba presente, podías obtener su
autógrafo. Habían invitado a 74
escritores.
En esta feria había libros de diferentes
idiomas, diferentes géneros, diferentes autores de todas partes, variedades de
editoriales. Incluso había llaveros, stickers, tazas donde se hallaba el nombre
de un libro plasmado, o una frase como “amo leer”, marcador de libro. No sólo
se enfocaron en a venta de los libros.

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